La búsqueda del equilibrio
La agricultura orgánica considera el suelo como un entorno vivo, que busca nutrir para que a su vez pueda nutrir a la planta.
Respeta los ciclos naturales de las plantas y los animales, dando a los productos orgánicos verdaderas cualidades nutricionales y de sabor.
Utiliza métodos de producción modernos e innovadores y se abstiene de utilizar productos químicos sintéticos (herbicidas, fertilizantes, productos fitosanitarios), así como OGM (organismos genéticamente modificados).
Es el garante de una ética que respeta a las personas y al medio ambiente.
Contribuye al desarrollo de una agricultura a escala humana que mantiene vivo el tejido social y nuestro campo.
Trae esperanza para las generaciones futuras.
La agricultura biológica es uno de los signos oficiales de calidad europeos, el único basado en una obligación de medios. Su reglamento se actualizó el 1º de enero de 2009.
Todas las prácticas de los productores y operadores orgánicos son rigurosamente controladas para asegurar la transparencia y la trazabilidad de los productos orgánicos a lo largo de toda la cadena: ¡desde el productor hasta el consumidor!
La producción vegetal en la agricultura orgánica
El agricultor orgánico trata de mantener y mejorar la fertilidad de su suelo, ya sea mediante la introducción de cultivos de leguminosas, abonos verdes, materia orgánica o, como último recurso, fertilizantes orgánicos o minerales naturales.
El objetivo es «alimentar el suelo para alimentar la planta».
Las técnicas de cultivo recomendadas son las que causan poca alteración de la actividad microbiana del suelo.
Por ejemplo, la labranza es superficial, con el objetivo de enterrar la materia orgánica, activar la vida microbiana o reducir la presión de la maleza.
Las plagas y enfermedades se controlan de manera considerada utilizando especies o variedades apropiadas, mediante métodos culturales adaptados al contexto local, preservando los enemigos naturales de las plagas y utilizando productos naturales autorizados.
La producción ganadera en la agricultura orgánica
El respeto por el bienestar del animal se logra a través de las condiciones en las que se cría, el acceso al campo de tiro y la libertad de movimiento.
Por lo tanto, los animales deben disfrutar de la máxima libertad, comodidad e higiene tanto dentro como fuera de los edificios.
Los animales son alimentados con piensos de origen orgánico: pastos, heno, cereales.
El manejo sanitario del rebaño se basa en la prevención.
Supone prestar especial atención a la calidad del medio ambiente externo (suelo, rotación de pastos, alojamiento), la alimentación (equilibrio de las raciones, corrección de deficiencias) y el animal (fortalecimiento de las defensas naturales).
Las intervenciones veterinarias favorecen los tratamientos homeopáticos o basados en plantas.
Todas las intervenciones realizadas en la manada se registran en un libro de la manada.
Producir orgánicamente es..:
Prevenir en lugar de curar, cultivando especies y variedades diversificadas y adaptadas a las condiciones locales, que por lo tanto requieren menos insumos y menos tratamientos.
Mantener y mejorar la fertilidad del suelo mediante la rotación de los cultivos y el uso de fertilizantes orgánicos (como el abono orgánico) en lugar de los fertilizantes químicos solubles que debilitan las plantas.
Favorecer la agricultura al aire libre, proporcionar alimentos orgánicos para los animales y tratarlos con métodos alternativos (homeopatía, fitoterapia, osteopatía, etc.) en lugar de antibióticos.
Controlar las enfermedades, las plagas y otros parásitos de forma natural, aplicando productos naturales de origen mineral o vegetal (cobre, azufre, arcilla, lodos y decocciones vegetales…), o introduciendo depredadores contra las plagas…
No utilice productos químicos sintéticos, que dejan residuos químicos en las plantas y el suelo que son perjudiciales para nuestra salud y el medio ambiente.